No tiene un origen claro pero se le vincula a la serie de Tarocchi del año 1500, aproximadamente. No aparece hasta las versiones medievales como tal, sino hasta la creación del Tarot de Marsella a finales del siglo XVII.
Nos hablan de profundos cambios en la vida del consultante, momentos de ruptura, pero es importante recalcar que todos ellos serán para mejor.
La carta del diablo es una carta de tarot que representa la representación de la parte más oscura de la personalidad de uno mismo. Esta carta generalmente se asocia con la codicia, el abuso de poder, el egoísmo, la manipulación y el deseo de controlar a los demás. Esta carta también puede indicar que la persona está siendo tentada a tomar un camino equivocado.
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En una posición invertida, la carta del Diablo pierde su encanto. Ahora se centra en el desenfreno y la incapacidad para resistir la tentación. Son los instintos básicos los que se hacen cargo. Si en forma directa el arcano hizo posible ganar poder, entonces la carta del Diablo invertida retira todo tipo de promesas.
Indica que es importante que la sinceridad se aplique a todas las acciones de consultante, ya que de no ser así es posible que te pillen en la mentira y se salga perjudicado.
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Cuando se realiza una lectura de tarot y aparece la carta de El Diablo, es importante abordarla con una mente abierta y una perspectiva equilibrada. Aquí algunos consejos útiles:
Este aspecto puede indicar que la persona está tomando conciencia de comportamientos negativos o patrones destructivos que anteriormente podrían haber pasado desapercibidos. La inversión de El Diablo plantea una invitación a reflexionar sobre las limitaciones autoimpuestas y motiva a buscar caminos hacia la autolibertad.
Cuando aparece esta carta en una lectura de tarot, puede significar que hay una tendencia a la codicia, el egoísmo, la manipulación y la autodestrucción. Esta carta nos recuerda que hay que tener cuidado con nuestras decisiones y que hay que tomar el Manage de nuestras check it out vidas.
Las patas del Diablo: Las patas del ente maligno representan un aspecto dispar, ambas tienen tres dedos en forma de ave.
Es un momento de claridad donde ya no se permite que el miedo o la manipulación definan la relación, abriendo la puerta a la posibilidad de liberación.
Hay sorpresas que serán positivas en este aspecto. Igualmente nos indica el arcano mayor de El Diablo en el tarot que nos encontramos ante una persona que suele mezclar trabajo con relaciones que pueden ir más allá de lo laboral.
El Diablo muestra que tú puedes liberarte de estas ataduras cuando lo desees, tal como se ve en la figura, en donde las cadenas que atan los cuellos están sueltas, no tienen las manos atadas y pueden liberarse, si así lo deseas.